La cueva de las calaveras
Hace 5.000 años los recodos interiores de la galería albergaron enterramientos neolíticos de los pobladores del valle. Con posterioridad y en época Ibero-Romana la cavidad fue utilizada como santuario donde se depositaban ofrendas, ritos generalmente vinculados a la fertilidad y culto a la tierra
Al principio de S. XVIII la cueva era considerada como “muy grande y sin haberla hallado cabo”, este siglo vio la primeras expediciones documentadas para averiguar sus dimensiones. En 1.768 un grupo de vecinos tras explorarla halló en su interior los restos óseos de 12 personas, presuntamente agricultores musulmanes de época medieval que quedaron atrapados y murieron al realizar trabajos de captación de aguas, el relato nos ha quedado escrito por A.J. Cavanilles (hacia 1.795). Este hallazgo dio nombre a la cueva “Calaveres” y pasó como leyenda al folklore popular engrandando la leyenda de reyes moros, fabulosos tesoros y princesas.
“El rey Ahlí Moho, buscó refugio en la cueva con su gran tesoro y las 150 mujeres de su harén, huyendo del Cid Campeador, quedando atrapados y pereciendo todos”.
En 1.936 es utilizada como almacén de explosivos durante la Guerra Civil. La cueva ha sido muy visitada desde principios de siglo por veraneantes y gentes del pueblo en fechas señaladas como Pascua, en los años sesenta quedó urbanizada y abierta al público como cavidad turística.